domingo, 28 de noviembre de 2010

LLEGÓ DICIEMBRE

En el mundo entero, sin distinguir credos ni ideologías políticas, diciembre se convierte en epicentro por excelencia no solo por ser navidad -así en algunos países su celebración sea en fechas diferentes- si no por marcar la víspera de fin de año.

En el planeta llega sin muchos sobresaltos a como anualmente se plantea, el para muchos, mes más alegre del año así sea en medio de las dificultades: marcado por amenazas de guerra entre algunas naciones y crisis económica.

En Colombia con un fenómeno atmosférico que tiene a más de un millón trescientos mil compatriotas con el agua al cuello, más de ciento treinta víctimas y miles de damnificados que en la mayoría de los casos todo lo perdieron.

Políticamente con una sensación de tranquilidad en los primeros tres meses de gobierno del presidente Juan Manuel Santos Calderón, quien por encima de los pronósticos ha logrado lo que muchos jamás se imaginaron.

En el Valle del Cauca existe incertidumbre por el inmediato futuro del departamento por las elecciones atípicas previstas para el próximo 23 de enero y en lo que se estima será el día que marcará el inicio del caos o la sepultura.

Comicios por los que no existe interés entre las mayorías, desprecio entre quienes no son politiqueros y solo un afán de aprovechar la coyuntura para mantener el poder de algunos, no todos, los políticos de profesión en la región.

Y en Cali con un ambiente de cambio que se propuso desde la alcaldía que ha sido torpedeada por los opositores y detractores sin mayores argumentos que los de buscar un espacio para las próximas elecciones.

La verdad es que se ha avanzado, si bien no en forma definitiva, en campos como el de las obras viales, embellecimiento e inversión social. Faltando aún por fortalecer la seguridad ciudadana y acabar con las muertes violentas y la inseguridad.

Optimismo en unos, pesimismo en otros. Para muchos, tiempo de unidad y celebración. Para los demás desilusión, problemas, falta de dinero, salud y oportunidades de empleo y estudio. Desigualdad e incertidumbre.

Pero para la totalidad una época que marca el inicio del fin de año, tiempo de balances y proyecciones para el 2011. Resúmenes aburridores de los hechos más destacados del 2010 y los consabidos y embusteros vaticinios.

Convencido soy que los cambios en la sociedad solo se darán en la medida en que cada uno de sus integrantes se convierta en agente multiplicador de acciones buenas, positivas, proactivas a favor de la comunidad sin intereses particulares.

Jalonados, por supuesto, por los líderes que se encargan, mediante la acción popular de elegirlos, de encarnar el Gobierno que ostenta el Estado para el diseño y la planeación de las macroestructuras de un país.

Si no es así, seguiremos bajo el imperio de las micro y macro empresas politiqueras, al amparo del poderoso, mafioso, corrupto y asesino narcotráfico, las erróneas guerrillas terroristas, los paramilitares y delincuentes de cuello blanco.

Pero no todo ha de ser así pues somos la inmensa mayoría quienes convencidos del bien, trabajamos desde nuestra orilla con empeño, pulcritud, amor y deseos de hacer bien las cosas. Claro, no es solo cuestión de voluntad, decisión y carácter.

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