domingo, 3 de octubre de 2010

ELECCIONES EN EL VALLE: AHORA O NUNCA

Pareciera como si nadie en el Valle del Cauca estuviese contento con lo que ocurre en materia política a propósito de la convocatoria a elecciones para gobernador previstas para el próximo 23 de enero de 2011.

Estará a prueba la grandeza de la gente del otrora departamento modelo de Colombia que se prepara para elegir a quien tendrá una oportunidad transitoria para no hacer mayor cosa. Algo parecido a lo que le ocurrió a Francisco Lourido.

Todos se rasgaron las vestiduras reclamando lo que a cada uno le convenía. Elecciones, terna, continuidad, que del mismo grupo, que de notables, etc. Y ahora, cuando al tenor de los Códigos surge la solución a nadie le sirve ni le interesa. Porque les da miedo perder en las urnas.

Y es que no se le pueden hacer más esguinces a la ley y actuar de acuerdo con un concepto emitido por el Consejo de Estado según el cual ir a los comicios es la opción a seguir, constitucionalmente hablando.

Lo que está claro es que si bien Cali retrocedió y se tomará varias generaciones para recuperar el tiempo perdido con las alcaldías de los últimos cuatro o cinco periodos con excepción del actual que enderezó, en parte, el rumbo de la ciudad, al Valle le tomará un tiempo similar recuperar el retraso al que fue sometido.

La responsabilidad fue, no solo de algunos de sus gobernantes que se equivocaron, sino, y ante todo, de los electores. Bien porque eligieron mal o bien porque se dejaron tentar por el poder corruptor del dinero o las prebendas politiqueras.

De entrada no se nota que surja el líder que la mayoría quisiéramos. O al menos la intención de encontrarlo. No. Ahora toma fuerza un sentimiento de alianzas políticas para retomar el poder. No para recuperar la confianza.

Tampoco se vislumbra una candidatura que esté por encima de todos los intereses personales y/o grupales, que trascienda egoísmos individualistas y que piense en reposiciona al Valle del Cauca en el concierto nacional.

Ahora resulta que el ex presidente Uribe está buscando por intermedio de la U. un candidato de ese partido para conquistar el Palacio de San Francisco. Está en todo su derecho. Pero, ¿de cuándo acá nos vamos a dejar imponer gobernador desde Bogotá? Ya lo acaba de hacer el vicepresidente Angelino Garzón. Pero le salió el tiro por la culata. Y La Picota, ¿acaso no queda también en Bogotá?

Expertos en economía estiman que al Valle del Cauca le tomará por lo menos dos periodos más para regresar a niveles que le permitan cierta competitividad y credibilidad perdidas por malos manejos en los meses recientes.

Eso, en el estimado de que quienes tendrán a su cargo los próximos dos periodos le den un giro radicalmente opuesto al manejo político, administrativo, gerencial y económico que padece el departamento que ha tenido muchos gobernadores y poco gobierno.

Al Valle le redujeron su categoría, está literalmente quebrado, en el concierto nacional somos motivo de burla, internacionalmente no tenemos ningún destello del cual enorgullecernos e internamente seguimos más o menos en las mismas.

Si bien el panorama inmediato no es el más alentador, en momentos de dificultades es cuando se divisan los líderes, las soluciones y las oportunidades que resultan de las crisis. Y es ahora o nunca.

La determinación final estará en manos del electro primario. Pero también de quienes desde ahora se postulen para la elección popular. Que no nos vengan con cuentos y mentiras pues el que gane en enero no podrá hacer mucho más de lo que hará Lourido. Que no será mucho.

Pero al menos que nos garantice que no nos gobernarán desde una cárcel y que le pondrán freno al despilfarro y la corrupción. Para que así, al menos, quien llegue al cargo el 1º. De enero de 2012 pueda pasar la página, borrón, cuenta nueva y volver a empezar. ¡Qué lástima, qué vergüenza! Pero hasta allá llegamos. Tocamos fondo.