El Masivo Integrado de Occidente, MIO en Cali, es la obra más importante de los 30 años recientes y si lo sabemos aprovechar, la que nuevamente nos permitirá dejar atrás el atraso que le representó un retraso de varias décadas a la ciudad en todos sus frentes.
El sistema dejó de ser proyecto y hoy es realidad. Realidad a la que por supuesto le faltan, tres años de construcción, cuantiosas inversiones, detalles por afinar y muchísima cultura ciudadana para que la filosofía de masivo y agilidad con descontaminación, coincidan.
Tiene fallas y tomará tiempo corregirlas. Pero más allá de criticar -especialmente de manera destructiva- llegó la hora de sumar y multiplicar, no restar ni dividir. el Transmilenio en Bogotá está proyectado a quince años. El de Cali a tres. Empecemos hoy.
Habrá que cuidarlo. Mimarlo. Defenderlo de los enemigos de lo público que es de todos. Respetar las normas de tránsito. Los semáforos, los cruces (que se deben hacer de acuerdo con la señalización vial), los jardines que rodean sus estaciones...
Todos somos Cali. Quienes en ella habitamos tenemos la obligación de sentirnos caleños. Hacer un solo norte así pensemos diferente, seamos diferentes, actuemos diferente. El Mío es de todos y llegó la hora de subirnos. Con respeto, caballerosidad, altura y sentido de pertenencia.
El sistema dejó de ser proyecto y hoy es realidad. Realidad a la que por supuesto le faltan, tres años de construcción, cuantiosas inversiones, detalles por afinar y muchísima cultura ciudadana para que la filosofía de masivo y agilidad con descontaminación, coincidan.
Tiene fallas y tomará tiempo corregirlas. Pero más allá de criticar -especialmente de manera destructiva- llegó la hora de sumar y multiplicar, no restar ni dividir. el Transmilenio en Bogotá está proyectado a quince años. El de Cali a tres. Empecemos hoy.
Habrá que cuidarlo. Mimarlo. Defenderlo de los enemigos de lo público que es de todos. Respetar las normas de tránsito. Los semáforos, los cruces (que se deben hacer de acuerdo con la señalización vial), los jardines que rodean sus estaciones...
Todos somos Cali. Quienes en ella habitamos tenemos la obligación de sentirnos caleños. Hacer un solo norte así pensemos diferente, seamos diferentes, actuemos diferente. El Mío es de todos y llegó la hora de subirnos. Con respeto, caballerosidad, altura y sentido de pertenencia.
