domingo, 22 de febrero de 2009

ICESI:ORGULLO

Se cumplió la 50a ceremonia de graduación en la Universidad Icesi en el verde, espacioso y hermoso campus. 30 años al servicio del Valle del Cauca, del sur occidente colombiano, del país y del mundo. 25 años de dos entregas anuales de profesionales al servicio de la Patria.

Gracias a Dios quienes tenemos la fortuna de acceder a un ejercicio personal y académico de excelsa calidad en un trabajo que le imprime a los educandos, primero, la visión de lo que debe ser un colombiano ejemplar. Y segundo lo que es un profesional a carta cabal.

18 programas en pregrado, especializaciones, maestrías, doctorados, doble titulación y convenios con prestigiosas universidades del mundo, le imprimen la jerarquía que los emprendedores empresarios vallecaucanos le inyectan con su esfuerzo, entrega y dedicación.

Estudiar en Icesi es encontrar hombres y mujeres buenos, honestos, amables, comprometidos quienes le hacen sentir a propios y visitantes como en su propia casa. De la mano de un visionario como el que más: Francisco Piedrahita el rector desde hace 25 años.

Su mensaje para los 250 graduandos: la ética. El mensaje del invitado especial, el magistrado de la Corte Constitucional, Manuel José Cepeda, la justicia. El de todos y cada uno de nosotros, trabajar por una Colombia en paz con justicia social.

Para toda la familia Icesi, felicitaciones. ¡Qué gran trabajo hacen en favor de Colombia! De mi Valle del Cauca.-

miércoles, 18 de febrero de 2009

¡Por piedad...!

Ahí está el resultado. ¡Politiquería! Acuerdo Humanitario, por Piedad. Colombianos por la paz. Incluidos -seguramente Jorge Enrique Botero y Hollman Morris- más de allá que de acá. Y que no me vengan con el cuentico de neutralidad y objetividad periodística.

Eso es una cosa. Otra muy distinta ser apátrida. Apenas el más reciente de los liberados llegaba a su casa después de sortear las babosadas del show mediático apoyado por los medios y ya Cali estaba inundada de pancartas pueblerinas en campaña política. ¡Qué horror!

Y como si fuera poco, las que algunos trataron de comerles cuento con lo de humanitario con la puesta en libertad (como es su obligación) a quienes JAMÁS debieron secuestrar, cínicamente tratan de justificar una nueva masacres de hermanos Awá: las proscritas Farc.

Cruel, infame y cobarde forma de actuatr a mansalva, por la espalda, contra quienes encarnan la nobleza de una etnia que está en libertad de actuar como a bien tenga. Al fin y al cabo está enmarcada en los conceptos legales y constitucionales de Cololombia. Las otras no.

Algún día tendremos que tener un país libre del peor y más execrable de los delitos de lesa humanidad: el secuestro macabro, inhumano que ningún país en el planeta acepta bajo condición alguna. Por eso parecen en la edad de piedra.

domingo, 1 de febrero de 2009

EL SHOW...¿DEBE CONTINUAR?

Bienvenidos todos los colombianos o extranjeros secuestrados que sean liberados o rescatados de las garras criminales de sus captores, en este caso los terroristas de las Farc que juegan y hacen política con el dolor de sus víctimas.

Pero no se puede pensar que este sea un gesto de nobleza de un grupo guerrillero que se queda solo en el mundo debido a su atraso y crueldad que no tienen límites, utilizando hombres y mujeres como escudos de sus fechorías acudiendo a delitos de lesa humanidad.

A cuenta gotas. Con la parafernalia que les encanta a los medios de comunicación y a los periodistas. No se dan cuenta que es eso lo que ellos buscan, publicidad. Y en ellos la consiguen. Además, tienen en Jorge Enrique Botero -uno de ellos- un "aliado" que está más de allá que de la neutralidad.

Y por supuesto, tienen a Piedad Córdoba, que no está más del lado de allá, sino ALLÁ, y en gobiernos vecinos, incómodos para Colombia. En un papel que no es ni gratuito ni meramente humanitario. Ella es política y politiquera. Astuta y especialmente sagaz.

El ideal es que no exista un solo secuestrado y que si los van a liberar, los dejen en paz a ellos y a sus familias, y no prolongar la tortura de liberaciones cuando les dé la gana, en las condiciones que ellos exigen y cuando ven que es el momento de volver a sonar.

¡Que liberen a todos los secuestrados inmediatamente y sin condición alguna si lo que pretenden es cambiar o moderar o al menos enviarle algún mensaje al mundo, diferente del que tiene el planeta de ellos: criminales, asesinos y narcotraficantes!

Porque, el show, no debe continuar.