domingo, 24 de mayo de 2009

PRESIDENTE URIBE, ¿HASTA CUÁNDO?

El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, debería evitar el desgaste al que somete a todo un país y a que su obra, nombre y gobierno no les ocurra lo mismo en el exterior diciendo sí o no. Personalmente creo que ya se desgastó lo suficiente y debería decir no.

El engreído propietario del Chicó Fútbol Club, Eduardo Pimentel, amenzó a la Dimayor con no presentarse más en los estadios de Colombia si no le traen árbitros extranjeros. Prepotente. Que lo haga, a ver si así aprende a hablar lo justo y necesario.

Barak Obama (EE.UU.) comienza a sentir los rigores de pretender desmontar de un día para otro la estantería norteamericana acostumbrada al honor y orgullo de ser la potencia que hace en el mundo lo que le da la gana. Prepotencia yanki que le traerá dolores de cabeza. Y apenas empieza.

Qué bueno y saludable para el fútbol profesional colombiano fuese que quedara campeón uno de los equipos que no hayan tenido qué ver con el narcotráfico -si es posible- y ver así la verdadera dimensión de nuestro balompié. No el inflado por dólares con sangre y delito.

Morante de la Puebla, con menos publicidad que otros y sin abrir puertas grandes ni cortar volquetadas de orejas a toros en los ruedos del mundo se consagra poco a poco como el número uno de la torería. Con el capote y la muleta es todo un espectáculo.



domingo, 10 de mayo de 2009

¡ U R G E N T E !

¿ Qué queda de la visita de S.S. el Papa Benedicto XVI a Tierra Santa ? Pregunta que nos formulamos muchos católicos. La verdad es que a rezar por los resultados, al menos inmediatos, no mucho. Eso es lo que se intuye al leer las crónicas internacionales judías.

Siguiendo con el tema católico. El cura Alberto Cutié debió, antes de irse a la playa con su compañera a hacer lo que hizo -que ni escandaliza y está en todo su derecho- hablar claro y de frente y no echarle más leña al fuego (léase Iglesia) pues sigue perdiendo credibilidad.

Los periodistas que aún no lo hacen deberían entender que somos libres de preguntar lo que queremos. Pero que también los entrevistados son libres de responder lo que se les dé la gana. A propósito de la entrevista de la BBC a Alvaro Uribe. Le faltó perrenque al entrevistador.

Débiles, siguen siendo demasiado débiles las sanciones y medidas de las autoridades deportivas y administrativas en Colombia para castigar a los terroristas dentro y fuera de los estadios. ¿A quien o a quienes les tienen miedo? La historia se repitió en Cúcuta.

Si al cura de Miami lo pillaron con las manos en la masa (su novia), ¿por qué no le podía pasar lo mismo al Don Juan de Berlusconi, multimillonario, público, playboy, hablador, manipulador de medios y bien rodeado de bellas bambinas? ¡Qué vergüenza de mandatario!

domingo, 3 de mayo de 2009

COMENZÓ MAYO...

Conocidos los precandidatos liberales a la presidencia de Colombia, queda clarísimo por qué muchos le apuestan más a la reelección inmediata. ¡Qué pobreza de nómina! Y si se mira a su gemelo, el conservatismo, ¡lo mismo! O peor. Ni qué decir del Polo. Más o menos, ¡lo mismo!

Para la liberación de secuestrados no se necesitan ni siquiera la Cruz Roja Internacional ni la Iglesia. Solo buena voluntad. La misma que no tienen los criminales que cometen ese delito de lesa humanidad. Lo demás, es pura politiquería.

Hacen falta acciones más drásticas frente a la violencia dentro y fuera de los estadios de fútbol en Colombia y a la zalamería de los jugadores durante los partidos. Por supuesto que debe haber sensibilización en ambos casos. Pero también mano dura y aplicación de la ley.

Ojalá Martinelli en Panamá no nos vaya a salir Chavista o Correista porque suficiente tenemos con ese par de cirirís que no solo no dejan dormir tranquilo sino que no sabe uno con qué amanecerán uno de estos días. O con quienes.

Fatal el tratamiento de los medios al tema de la Influenza humana. Todo lo que hicieron fue crear pánico. Y hecho el daño, han tratado, por los laditos, de crear conciencia sobre la importancia de estar atentos y vigilantes. Pero con serenidad. Nunca es tarde.