El Boyacá Chicó Fútbol Club es el nuevo y digno campeón del fútbol profesional colombiano al conquistar su primera estrella.
El América de Cali, un digno subcampeón. Pero estoy de acuerdo en que después del primer puesto, los demás, todos son perdedores.
De la mano de un veterano de la actividad no solo como jugador sino como estratega y ahora como directivo, así no comparta algunas de sus prepotentes actitudes, Eduardo Pimentel.
Y un humilde y también aguerrido trabajador dentro y fuera de las canchas, el director técnico, Alberto Gamero y sus jugadores.
Este logro se suma a los de equipos que no fueron contaminados por el narcotráfico que en los 80´s y los 90´s nos engañó con la invasión extranjera.
No es que el fútbol colombiano esté en crisis porque llegan nuevos al podio, es nuestra realidad, la que queríamos y añorábamos, no la ficticia que vivimos años atrás.
Nos duele que Cali quede nuevamente por fuera del liderato y la estrella número 13 del América deba esperar, pero perdió el campeonato el pasado miércoles 2 de julio en el Pascual Guerrero.
Pese a los esfuerzos del técnico Diego Umaña quien muchas veces estuvo a punto de tirar la toalla. Muchas presiones. Demasiados problemas. Internos y externos. Nuevos y los ya conocidos. Jugó buen fútbol. Así, es muy difícil. Y ese es el resultado.
Esperamos que el Chicó pueda contar con el estadio que se merecen el equipo, Tunja y esa histórica tierra que libró la batalla que nos dio la libertad: Boyacá.
Y que tenga el músculo deportivo y económico suficientes para que deje en alto el nombre de Colombia en la Copa Libertadores de América.
Felicitaciones a esa hermosa tierra y a nuestros compatriotas, que disfruten su primera estrella en el fútbol profesional colombiano.-
El América de Cali, un digno subcampeón. Pero estoy de acuerdo en que después del primer puesto, los demás, todos son perdedores.
De la mano de un veterano de la actividad no solo como jugador sino como estratega y ahora como directivo, así no comparta algunas de sus prepotentes actitudes, Eduardo Pimentel.
Y un humilde y también aguerrido trabajador dentro y fuera de las canchas, el director técnico, Alberto Gamero y sus jugadores.
Este logro se suma a los de equipos que no fueron contaminados por el narcotráfico que en los 80´s y los 90´s nos engañó con la invasión extranjera.
No es que el fútbol colombiano esté en crisis porque llegan nuevos al podio, es nuestra realidad, la que queríamos y añorábamos, no la ficticia que vivimos años atrás.
Nos duele que Cali quede nuevamente por fuera del liderato y la estrella número 13 del América deba esperar, pero perdió el campeonato el pasado miércoles 2 de julio en el Pascual Guerrero.
Pese a los esfuerzos del técnico Diego Umaña quien muchas veces estuvo a punto de tirar la toalla. Muchas presiones. Demasiados problemas. Internos y externos. Nuevos y los ya conocidos. Jugó buen fútbol. Así, es muy difícil. Y ese es el resultado.
Esperamos que el Chicó pueda contar con el estadio que se merecen el equipo, Tunja y esa histórica tierra que libró la batalla que nos dio la libertad: Boyacá.
Y que tenga el músculo deportivo y económico suficientes para que deje en alto el nombre de Colombia en la Copa Libertadores de América.
Felicitaciones a esa hermosa tierra y a nuestros compatriotas, que disfruten su primera estrella en el fútbol profesional colombiano.-
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