¡Qué vergüenza y qué asco produjo ver cómo terminaron las sesiones ordinarias del Congreso! ¿Acaso creen que la reparación de familiares de víctimas es solo económica? Esa es solo una parte. ¿O es que creen que éstas revivirán y les serán devueltas a sus hogares? ¡Qué horror!
Estúpida por decir algo suave, la actitud del alcalde de Bogotá, Samuel Moreno Rojas, de evitar a su homólogo de Caracas. No solo ya le hizo suficiente daño al Polo sino que por miedo a éste se arrodilló, y de qué manera, ante la comunidad internacional. ¡Qué pena! De mal, en peor. Pobre nuestra Bogotá.
Para aquellos que se retuercen, alegan y despotrican contra los noticieros nacionales de radio y televisión por el tratamiento que le dan cíclicamente a hechos como el asesinato de niños. La sugerencia, sin estrés, es, apaguen radios y televisores. Y sean agentes multiplicadores. O vean CNN o la TVE, ESPAÑOLA. Ejemplares.
No pudimos en Cali tomar nuestras propias determinaciones en torno al futuro de las intervenidas Empresas Públicas Municipales. Todo nos lo están haciendo a la brava la Superintendenta de Servicios Públicos, Eva María Uribe y la Casa de Nariño. Nos faltó perrenque.
Buena final del fútbol profesional colombiano: Junior de Barranquilla vs 11Caldas de Manizales. La última fecha demostró que los partidos se juegan hasta el final y tienen 90 minutos. Lo demás es cuento. A propósito, que malas, pésimas las transmisiones de los partidos.
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